Aprender sobre la enfermedad y sus efectos sobre la salud, y sobre cómo evitarla y cómo restablecer la salud, donde otro factor, el social, también afecta a la salud. Esto nos lleva a cuestionar los medios por los que se constituyen socialmente el estado de salud y el bienestar. Esta visión lleva a entender la participación de toda la población en el contexto de su vida cotidiana, y no sólo de las personas en riesgo de enfermar. Lograr la comprensión de las razones por las que uno debe comportarse de una manera y no de otra, y la continuidad de un ejercicio de la mente en su ampliación y profundización, lleva a la participación activa en las decisiones y posiciones necesarias como miembros de una sociedad. Así, Educar para la Salud es conseguir que las personas sean capaces de alcanzar un nivel de satisfacción en salud que, a través de su participación activa en los problemas de su comunidad y su liberación, les lleve a una transformación a través de la reflexión y la crítica de la realidad en la que viven, no sólo llenándose la cabeza con lo que se supone que ignoran.