Este trabajo pretende demostrar que en el pensamiento retórico de Aristóteles hay una reconciliación entre dos concepciones antagónicas sobre el arte retórico: la de Platón y la de los sofistas. Bajo la influencia de Platón, Aristóteles trata de preservar la práctica retórica del relativismo moral, atribuyendo al arte del discurso persuasivo una función ético-política, que consiste tanto en la defensa de la verdad y la justicia en la ciudad como en el fortalecimiento de las virtudes éticas de los ciudadanos, cuya finalidad es la vida buena en general . Sin embargo, en relación con el planteamiento de los sofistas, Aristóteles sostiene que la función ético-política del arte retórico justificaría el empleo de todas las estratagemas retóricas disponibles para conseguir la persuasión de los oyentes, como la apelación emocional y el énfasis en la expresión enunciativa, porque es objetable que la verdad y la justicia sean superadas por sus contrarios. Sin embargo, tales expedientes no pueden ser más relevantes para la argumentación que el uso del entimema, un tipo de silogismo que se basa en probabilidades y signos.